María Martínez Líndez, conocida artísticamente como Merishui, nació en Úbeda, Jaén. Interesada desde la infancia por el arte, comienza sus estudios cursando el bachillerato de artes, para posteriormente matricularse en Cuenca en la carrera de Bellas Artes. Durante su último año de carrera, después de adquirir conocimientos suficientes, comenzó a sentir la necesidad de empezar con su obra personal. Sería un año de descubrimientos y el comienzo de su travesía por el mundo del arte pictórico y la experimentación con la pintura. Una vez graduada, sigue con la necesidad de plasmar en sus obras sus vivencias, pensamientos e intereses personales introducidos en una obra expresionista nacida desde el redescubrimiento personal desde un entorno espiritual, taoísta y esotérico, creándose una extensión del artista, donde vida y proceso creativo se unen.
En su obra se plasman los sentimientos o visiones procedentes de la meditación, sueños o canalizaciones de emociones, a la vez de la búsqueda continua de salida de la zona de confort, dando lugar a una continua investigación pictórica desde la experimentación, buscando continuamente adquirir conocimientos técnicos que ayuden a mejorar su técnica plástica. Se refleja la compresión de la pintura como un lugar dónde plasmar los sentimientos, permitiendo ir más allá de la representación de la realidad física. Continuando con el estudio de emociones y el espacio creativo, se centra en la importancia del proceso como parte del resultado para generar obras que desde el hacer se entienden como un diario íntimo, un proceso de búsqueda interior.